Según una encuesta reciente, la mayoría de los votantes australianos prefieren restricciones moderadas a la publicidad de juegos de azar en lugar de una prohibición total. La encuesta, realizada entre el 30 de agosto y el 1 de septiembre de 2024, recogió las respuestas de 1.550 votantes de toda Australia.
Preocupaciones por la publicidad
Cuando se les preguntó sobre posibles preocupaciones en torno a las apuestas y la publicidad de juegos de azar, una parte significativa de los encuestados (39 por ciento) expresó su preocupación por la exposición de los niños a ese tipo de contenido. Otro 26 por ciento señaló su preocupación por los jugadores problemáticos.

Sin embargo, la encuesta encontró que los votantes australianos están más preocupados por el costo de vida (67 por ciento) y la vivienda (39 por ciento), mientras que el juego problemático y las apuestas ocuparon un lugar significativamente más bajo, ya que solo el 2 por ciento los identificó como uno de los tres problemas principales.

La opinión pública prefiere las restricciones a la prohibición total
A pesar de los crecientes llamamientos a la prohibición total de las apuestas y la publicidad de las mismas, los resultados de la encuesta indican que una mayoría (56 por ciento) de los votantes australianos prefiere alternativas, como una regulación más estricta, a una prohibición total (37 por ciento). Este sentimiento es aún más pronunciado entre los apostadores habituales, ya que el 52 por ciento está a favor de las restricciones a la prohibición total, mientras que solo el 31 por ciento apoya una prohibición total.

La encuesta también reveló que más de la mitad de los votantes australianos (53 por ciento) desconocían los llamamientos en curso para prohibir la publicidad de las apuestas.

Un llamado a una reforma equilibrada
Kai Cantwell, director ejecutivo de Responsible Wagering Australia, reaccionó a la encuesta y explicó que, cuando se les presentan alternativas equilibradas y basadas en evidencias (como cláusulas de exclusión voluntaria y medidas de verificación de edad), la mayoría de los australianos las prefieren a una prohibición total. Cantwell sostuvo que las reformas responsables, diseñadas para proteger a los niños y a los australianos vulnerables, evitarían dañar industrias como los deportes, las carreras y los medios de comunicación, al tiempo que abordarían las preocupaciones públicas.

“Una prohibición general empujaría a los australianos hacia proveedores ilegales en el extranjero, que operan sin regulación, evaden impuestos y ponen a los consumidores en mayor riesgo”, dijo Cantwell. Agregó que aprovechar la tecnología moderna, como garantizar que solo los adultos verificados vean anuncios de juegos de azar, podría lograr un equilibrio entre la protección de los grupos vulnerables y el mantenimiento de un entorno de juego regulado y responsable.

Cantwell advirtió que la regulación excesiva podría tener consecuencias no deseadas. La evidencia internacional sugiere que prohibir la publicidad legal a menudo lleva a los consumidores hacia operadores ilegales, que participan en prácticas predatorias y socavan los esfuerzos para crear entornos de juego más seguros. Además, los proveedores de servicios jurídicos contribuyen con importantes impuestos y tasas a la economía australiana, respaldando servicios esenciales como la salud y la educación.